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Deportar a personas VIH-positivas amenaza la vida de los migrantes y los objetivos mundiales

Necesario garantizar la continuidad del tratamiento y el cuidado a través de las fronteras

Los gobiernos nacionales, en cooperación con organismos internacionales y los donantes, deberían reconsiderar las políticas de deportación de personas que viven con el VIH/Sida, afirmaron cuatro organizaciones de derechos humanos y VIH /Sida en un informe publicado hoy.

 El informe de 27 páginas, "Return to Risk: Deportation of HIV-Positive Migrants" (Regreso al riesgo: La deportación de migrantes VIH-positivos") fue preparado por Human Rights Watch, Deutsche AIDS-Hilfe, el Grupo europeo de tratamiento para el sida (European AIDS Treatment Group), y la Red africana de políticas sobre el VIH (African HIV Policy Network).  En él se describen casos en que los inmigrantes VIH-positivos fueron deportados en Corea del Sur, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica y los Estados Unidos, y describe la necesidad de desarrollar políticas que garanticen un tratamiento ininterrumpido para esta población.

 "Los migrantes que viven con el VIH son a menudo excluidos expresamente de tratamiento", dijo Katherine Todrys, investigadora para la División de Salud y Derechos Humanos de Human Rights Watch.  "Si son detenidos, a menudo se les niega el acceso a los medicamentos antirretrovirales, y luego si son deportados, no puede obtener atención médica".

 El grupo pidió a los gobiernos y donantes garantizar que los migrantes VIH positivos tengan acceso a la indispensable terapia antirretroviral durante su detención y, en caso de deportación, que los migrantes sean capaces de mantener el acceso al tratamiento y cuidado.

 El derecho internacional de derechos humanos y refugiados ha prohibido desde hace mucho tiempo las deportaciones a un Estado donde la persona expulsada estaría en riesgo real de ser sometida a torturas u otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes.  Los procedimientos de deportación nacional, sin embargo, son a menudo insuficientes o se encuentran poco desarrollados para proteger los derechos de las personas que viven con el VIH contra el retorno a dichas condiciones, afirmaron los autores del informe.  Además, muchos países no proporcionan a los migrantes que viven con el VIH tratamiento durante la detención de migratoria.  La falta de continuidad de tratamiento para los migrantes pueden provocar enfermedades, muerte prematura, o el desarrollo de resistencia a los medicamentos.

 "En lugar de proteger a los migrantes VIH-positivos del regreso a sus países donde el tratamiento no está disponible, algunos países están, de hecho, deportando a los migrantes por su condición de VIH", dijo Peter Wiessner, de Deutsche AIDS-Hilfe.  "Los migrantes están siendo devueltos a las situaciones donde el tratamiento y el apoyo no se encuentras disponibles en lo absoluto".

 El informe documenta:

  • En Arabia Saudí: pruebas obligatorias de VIH, la detención por hasta por un año sin acceso a la medicación, y la deportación de los inmigrantes VIH-positivos.
  • En los Emiratos Árabes Unidos: la deportación en 2008 de 1,518 residentes no ciudadanos infectados con el VIH, hepatitis B y C, o tuberculosis.
  • En Sudáfrica: la imposibilidad de continuar con el tratamiento - que equivale a una sentencia de muerte - para las personas que viven con el VIH que son enviados de regreso a Zimbabue.
  • En los Estados Unidos: acceso a un tratamiento de mala calidad en la detención y las duras condiciones o la falta de acceso al tratamiento médico para algunas personas VIH-positivas que son deportadas.
  • En Corea del Sur: la prueba obligatoria de VIH para los migrantes y la deportación de aquellos que resultaron VIH positivos, a pesar de las obligaciones jurídicas internacionales de Corea del Sur y una reciente sentencia del Tribunal Superior de Seúl de que la deportación no es el medio más eficaz de proteger la salud pública.

 "Los gobiernos se han comprometido a la meta del acceso universal al tratamiento antirretroviral para todos los que lo necesitan para 2010", dijo Titise Kode de la Red africana de políticas sobre el VIH.  "Pero con 192 millones de personas - o el tres por ciento de la población mundial - viviendo fuera de su lugar de nacimiento, asegurar el acceso al tratamiento del VIH para los migrantes y deportados  es absolutamente esencial para alcanzar este objetivo".

 Los autores del informe piden a los gobiernos garantizar que las personas VIH-positivas detenidas a la espera de la deportación tengan acceso al tratamiento, y que se vuelva a examinar la práctica de deportar a los individuos VIH positivos a los países donde el tratamiento y las estructuras de apoyo social son insuficientes.

 "Los migrantes enfrentan enormes riesgos cuando cruzan las fronteras", dijo David Hans-Ulrich Haerry, del Grupo europeo de tratamiento para el sida.  "Pero no deberían enfrentar una sentencia a muerte por vivir con el VIH cuando tenemos disponible un tratamiento eficaz y los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a proporcionar acceso universal a medicamentos antirretrovirales y han firmado los tratados internacionales que garantizan la protección de los migrantes".

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