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El coronavirus en Europa: desde las cuarentenas a la apropiación del poder

La situación en Europa, la región de Eurasia Central y Turquía como consecuencia del COVID-19

El coronavirus se ha propagado rápidamente por Italia y España, convirtiéndolos en dos de los puntos críticos del COVID-19 en el mundo. En otras partes de Europa, el gobierno húngaro ha utilizado el virus como una excusa para acaparar el poder, y otros gobiernos lo están aprovechando para atacar a sus detractores. El director de Human Rights Watch para Europa y Asia Central (EAC), Hugh Williamson, habló con Amy Braunschweiger sobre las respuestas de los gobiernos al virus, tanto buenas como malas, y sobre cómo un enfoque basado en los derechos para abordar esta crisis de salud pública podría ayudar a mantener la seguridad de las personas y frenar la propagación del virus.

¿Cuáles son algunas de sus mayores preocupaciones conforme el coronavirus se propaga por Europa y Asia Central?

Europa es uno de los epicentros mundiales de los casos de coronavirus. El número de víctimas mortales en Italia y España es terrible y esa tasa está aumentando dramáticamente todos los días, también en Francia y el Reino Unido. Estamos realmente preocupados por el público en general en toda la región.

Desde la perspectiva de los derechos humanos, debemos asegurarnos de que los gobiernos están haciendo todo lo posible para defender y proteger el derecho a la salud, incluido el acceso universal a los servicios de salud. Es clave proteger a los grupos en riesgo, como las personas mayores, las personas con discapacidades y las que padezcan afecciones médicas subyacentes, y hacerlo de manera que las apoye y no las restrinja.


También debemos prestar atención a los derechos de las mujeres, que asumen la mayoría de los cuidados durante la crisis y el riesgo que eso conlleva. Las mujeres también enfrentan un alto riesgo de sufrir violencia doméstica durante los confinamientos. Las personas en las cárceles o centros de detención de refugiados son otro grupo vulnerable debido a condiciones de hacinamiento, a veces poco higiénicas. Y los trabajadores sanitarios en primera línea necesitan protección y apoyo: están llevando a cabo los trabajos más complicados.

¿Cómo están reaccionando los gobiernos al virus de formas que son perjudiciales para los derechos?

Algunos gobiernos están utilizando la crisis del COVID-19 como una excusa para apropiarse del poder. El 30 de marzo, el Parlamento de Hungría adoptó una draconiana ley de emergencia que permitiría al primer ministro Orban suspender las leyes, obviar al Parlamento y adoptar decretos de forma ilimitada. Es alarmante como los periodistas y otros detractores de Orban están siendo acusados de difundir “hechos falsos” y “hechos distorsionados” y sentenciados hasta cinco años de prisión. Esto traiciona todos los estándares de derechos humanos y principios democráticos centrales de los tratados de la Unión Europea, en nombre de la respuesta a la pandemia del coronavirus.

Otro gobierno que está tomando medidas para consolidar su poder con el pretexto de lidiar con el COVID-19 es Azerbaiyán. En marzo, el reconocido líder de la oposición Tofig Yagublu fue arrestado por cargos dudosos de vandalismo, poco después de que el presidente del país dijera que arremetería contra los miembros de la oposición, utilizando medidas diseñadas para combatir el coronavirus.


Estamos monitoreando la forma en que las leyes de emergencia se están implementando en toda la región para verificar que no se estén usando indebidamente. En el Reino Unido, estamos analizando el hecho de que el gobierno ha facilitado la detención de personas por motivos de salud mental. También ha debilitado las salvaguardas que aseguran que las personas que necesitan atención social reciban servicios de buena calidad. En Kazajstán, nos sorprendió descubrir que cientos de personas han sido encarceladas por violar las reglas de cuarentena, en un momento en que es vital reducir la población carcelaria.

¿Cómo pueden reaccionar los gobiernos al virus de maneras que respetan los derechos?

Es un desafío realmente grande para los gobiernos. Tenemos que aceptar eso. Los gobiernos de toda la región tienen que tomar decisiones políticas increíblemente complicadas. Es en el mejor interés de las personas que estén tomando medidas a veces drásticas para controlar el movimiento de las personas y cerrar negocios para proteger la salud pública. Pero en este proceder, los gobiernos deben contar con límites de tiempo y una buena supervisión parlamentaria. Y en la mayoría de los casos, eso está siendo así. Valoramos ese enfoque, pero también debemos seguir asegurando que los gobiernos rindan cuentas.

Muchos Estados, y no solo en los países europeos más ricos, han tratado de ayudar a los ciudadanos que han salido económicamente más perjudicados por la crisis. En Kirguistán y Uzbekistán, los inquilinos que no pueden pagar sus facturas de servicios públicos y conexiones particulares a Internet disponen de más tiempo para hacerlo. Kazajstán está haciendo pagos mensuales a personas indocumentadas y recientemente desempleadas.

Algunos países están trabajando para garantizar que las mujeres y las niñas puedan acceder a los servicios de salud reproductiva. Inglaterra, Escocia y Gales, por ejemplo, dijeron que permitirán que las mujeres tomen las píldoras necesarias para provocar un aborto médico en casa, en lugar de tener que desplazarse a una clínica.

¿Qué implicaciones tiene el coronavirus para los refugiados en Grecia y otros lugares?

La situación en muchas partes de Grecia es desesperada. En las islas griegas, decenas de miles de personas están apiñadas en campamentos de refugiados diseñados para unos pocos miles. Durante todo el mes de marzo, el gobierno se negó a aceptar solicitudes de asilo, lo que supone una violación del derecho de la Unión Europea e internacional. Necesitamos mejores instalaciones y repartir a los solicitantes de asilo en emplazamientos a menor escala, como hoteles y apartamentos, en toda Grecia. Esto es especialmente urgente para las personas con problemas médicos subyacentes y otras personas vulnerables. Son necesarios mejores centros de alojamiento e instalaciones de lavado, baños y jabón. Y deberían ser accesibles para las personas con discapacidad.

Además, los países de la UE deben intensificar la reubicación de los solicitantes de asilo de Grecia. Europa se ha comprometido a reubicar a 1.600 niños no acompañados de estos espantosos campamentos, y deberían hacerlo rápidamente.

El desafío para las personas retenidas en centros de detención migratoria existe en muchos países. Creemos que existe un peligro particular de que el virus se propague allí. Por eso, hacemos un llamado a los gobiernos para que pongan en libertad a estas personas que no pueden ser deportadas en el corto plazo y que no representan ningún riesgo para el público.

Estas liberaciones están comenzando. España ha dicho que pondrá en libertad a las personas en centros de detención migratoria, y Bélgica y el Reino Unido han liberado a 300 personas en las últimas semanas. Es necesario que eso continúe.

¿Cuán preparados están los países de la Europa y Asia Central en términos de infraestructura para lidiar con el COVID-19?

El coronavirus está poniendo en evidencia debilidades infraestructurales que deben abordarse rápidamente.

Incluso sin el virus, existen muchas barreras estructurales para acceder a la atención médica, como gastos extras que las personas de menos recursos no pueden asumir, o los problemas para los grupos étnicos minoritarios y las personas con discapacidad para obtener atención médica adecuada. Esta crisis podría hacer que estas barreras sean aún mayores.

Necesitamos asegurarnos de que los gobiernos ayuden a los trabajadores sanitarios. En casi todos los países hay una grave escasez de mascarillas, guantes y otros artículos esenciales.

En el Reino Unido, los niños de familias pobres que dependen de las escuelas para su comida principal del día corren el riesgo de pasar hambre. El gobierno y las autoridades locales ahora evalúan reemplazar las comidas escolares gratuitas con vales de supermercado u otras medidas, lo cual es un progreso.

Las personas mayores en el Reino Unido también están sufriendo. El gobierno necesita mejorar urgentemente las disposiciones de asistencia social para las personas de edad avanzada, especialmente en Inglaterra, para garantizar que puedan mantenerse saludables en este momento. En cambio, ha suspendido los requisitos para las evaluaciones de asistencia social y la coordinación de servicios.

También existe el uso cuestionable de la infraestructura. Moscú está instalando uno de los sistemas de cámaras de vigilancia más grandes del mundo. Las autoridades quieren usar estas cámaras y posiblemente un sistema de registro en línea para identificar a las personas que incumplen la cuarentena y acceder a transacciones financieras personales. Recurrir a la tecnología podría ser positivo para controlar el virus. Pero el historial de Rusia genera preocupaciones. En Armenia, las autoridades aprobaron una ley que otorga poderes de vigilancia muy amplios para usar datos de teléfonos celulares para identificar, aislar y monitorear casos de coronavirus, a expensas de los derechos de privacidad.

¿Quiénes en su región corren un mayor riesgo de contraer el virus?

Además de los grupos que ya he mencionado, diría que las personas en prisión. Las instalaciones a menudo son pequeñas y están abarrotadas. Incluso en la mejor prisión es difícil controlar la propagación del virus, lo cual es malo para los presos y el personal. Italia aprobó la liberación anticipada de algunos prisioneros aunque de manera supervisada. El gobierno turco ha dado un buen paso con su plan de acelerar la liberación de personas de las cárceles debido al virus. Sin embargo, algunas categorías de presos corren el riesgo de verse excluidas. Hay decenas de miles en Turquía que están encarcelados por falsos cargos de terrorismo, especialmente personas presuntamente vinculadas al movimiento religioso Fethullah Gülen o al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Algunos de estos prisioneros son mayores y están enfermos y podrían morir allí. Merecen ser tratados como seres humanos y estar con sus familiares.

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