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Malí: un entrenador de baloncesto femenino es acusado de agresión sexual

En medio de los Juegos Olímpicos, la acción legal pone de relieve la necesidad de acabar con los abusos en el deporte

El ex presidente de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) Hamane Niang asiste a la ceremonia de presentación de la mascota oficial de la Copa Mundial de Baloncesto 2019 de la FIBA el 18 de abril de 2018 en Beijing, China. © 2018 Visual China Group via Getty Images

(Nueva York) – La detención y acusación por parte de las autoridades de Malí de un entrenador por presunto acoso y agresión sexual a jugadoras de baloncesto adolescentes es un paso importante para proteger a los niños, las niñas y a las mujeres deportistas de los abusos, señaló hoy Human Rights Watch.

Tras denuncias en junio de 2021 de presuntos abusos sexuales en el equipo nacional de baloncesto femenino sub-18 de Malí, el 26 de julio las autoridades judiciales detuvieron, acusaron y encarcelaron al entrenador, Amadou Bamba. Está a la espera de ser juzgado por “pedofilia, intento de violación y abuso sexual”.

“Con los Juegos Olímpicos de Tokio en marcha, el gobierno de Malí ha dado un paso vital para destituir a un entrenador de baloncesto que ha sido acusado de forma creíble de agredir sexualmente a jugadoras de baloncesto adolescentes”, señaló Minky Worden, directora de iniciativas globales de Human Rights Watch. “Los dirigentes de la federación de baloncesto sabían o deberían haber sabido de los abusos y no cumplieron con su deber de cuidar a las jóvenes jugadoras”.

Bamba, de 51 años, entrenador de la selección nacional femenina de baloncesto sub-18 desde 2016, supuestamente agredió o acosó sexualmente a al menos tres jugadoras y frustró sus carreras cuando se negaron a mantener relaciones sexuales con él, según relataron supervivientes, padres y testigos a Human Rights Watch.

Un informe de junio de Human Rights Watch y una carta a la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), el organismo rector del baloncesto mundial, documentaron un patrón de abuso sexual que los funcionarios del baloncesto encubrieron, permitiendo que continuara.

El 27 de julio, el gobierno de Malí publicó una declaración en la que afirmaba su compromiso con los derechos de los niños en virtud de sus obligaciones en los tratados internacionales, señalando la detención de Bamba y la suspensión por parte de la FIBA de su presidente maliense, Hamane Niang, y del presidente de la Federación de Baloncesto de Malí, Harouna Maiga.

La selección femenina sub-19 de Malí tiene previsto competir en la Copa Mundial de Baloncesto de la FIBA en Hungría a partir del 7 de agosto.

Los grupos de derechos humanos han presionado a la FIBA para que adopte reformas, entre ellas la de garantizar la inclusión de mujeres y representantes de los deportistas en su equipo directivo, que hasta ahora ha sido exclusivamente masculino.

En una carta publicada el 29 de julio por la alianza Sport & Rights Alliance, junto con la Asociación Nacional de Jugadoras de Baloncesto (WNBPA, por sus siglas en inglés), se afirma que la FIBA debe hacer frente a los abusos sexuales en Malí con reformas urgentes de gobernanza. La FIBA debe poner en marcha protecciones para los niños desde arriba hacia abajo en el baloncesto, dijo la alianza, incluyendo “el establecimiento de reformas sistémicas para prevenir y responder a los casos de abuso en el futuro, una estructura de gobierno de la FIBA que incluya a las mujeres en los altos niveles directivos y garantice la existencia de mecanismos de denuncia de abusos a nivel nacional y mundial”, y garantizar que todos los jugadores y jugadoras “tengan un asiento en la mesa y una voz significativa en las decisiones que les conciernen”.

Human Rights Watch ha investigado el abuso sexual infantil en los equipos deportivos femeninos nacionales de Afganistán, Japón, Haití y Malí y se ha asociado con atletas, padres y entrenadores en Japón y en todo el mundo antes de los Juegos de Tokio en una campaña para poner fin a los abusos sexuales y de otro tipo en el deporte llamada “#AthletesAgainstAbuse”.

“La selección femenina de baloncesto sub-19 de Malí es una de las mejores del mundo”, dijo Worden. “No solo los malienses, sino la gente de todo el mundo debería estar profundamente orgullosa de estas jugadoras que arriesgaron sus carreras, su salud mental y su seguridad para hablar de los abusos y proteger a la próxima generación de atletas. No solo son deportistas de alto nivel, sino también héroes en la lucha mundial contra los abusos sexuales a menores”.

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