El 2 de junio, la Asamblea Estatal de Nueva York aprobó por unanimidad una ley que pone fin a todo matrimonio antes de los 18 años en el estado de Nueva York. El proyecto de ley ya había sido aprobado por el Senado estatal en mayo. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, debe ahora firmar el proyecto de ley y poner fin al matrimonio infantil en Nueva York de una vez por todas.
Este proyecto de ley se ha aprobado con un alarmante retraso. En 2017, los legisladores neoyorquinos adoptaron un proyecto de ley similar que solo supuso una reforma parcial. Antes del proyecto de ley de 2017, los y las jóvenes de 14 años podían casarse en Nueva York, por lo que cualquier reforma era bienvenida, pero la ley seguía permitiendo que se casaran con 17 años.
Human Rights Watch se opone a todos los matrimonios de personas de menos de 18 años, sin excepción, debido a las devastadoras consecuencias para los menores que se casan, la gran mayoría de los cuales son niñas. Los menores de edad casados suelen abandonar la escuela y tienen más probabilidades de vivir en la pobreza. Las niñas casadas tienen más probabilidades de sufrir violencia doméstica que las mujeres que se casan siendo adultas. Las niñas casadas se enfrentan a graves riesgos de salud, incluida la muerte, debido a los embarazos precoces y poco espaciados.
Entre 2000 y 2018, casi 300.000 niños y niñas se casaron en Estados Unidos. En todo el mundo, 12 millones de niñas menores de 18 años se casan cada año. Eso equivale aproximadamente a una cada dos segundos y medio. Si tardas dos minutos en leer este texto, 46 niñas se habrán casado en ese lapso.
La pandemia de Covid-19 ha obligado a más niñas a dejar la escuela y ha sumido a millones de familias en la pobreza, dos de los principales factores de riesgo para el matrimonio infantil. Las Naciones Unidas estimaron en 2020 que se producirían 13 millones de matrimonios infantiles más en los próximos diez años como consecuencia de la pandemia.
El matrimonio infantil sigue siendo legal en 46 estados de Estados Unidos, pero se están produciendo avances. En 2018, era legal en todos los estados. Los activistas del país y de todo el mundo están presionando para que se produzca una reforma, y las Naciones Unidas han establecido el objetivo de acabar con todos los matrimonios infantiles para 2030.
El gobernador Cuomo tiene la oportunidad de convertir a Nueva York en el quinto estado de EE.UU. en poner fin al matrimonio infantil. Debería hacerlo.
