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El motor y la sección de cola de un cohete de munición de racimo Uragan de 220 mm que impactó en un cementerio en Mykolaiv, en el sur de Ucrania, el 21 de marzo de 2022. © 2022 Bülent Kılıç/AFP vía Getty Images
  • Las fuerzas armadas rusas han utilizado al menos seis tipos de municiones de racimo en ataques en Ucrania, y las fuerzas ucranianas también parecen haberlas utilizado al menos una vez.
  • Las municiones de racimo esparcen múltiples submuniciones explosivas en una amplia zona y dejan restos peligrosos que pueden matar y mutilar, como las minas terrestres, durante años o incluso décadas.
  • Rusia y Ucrania deberían poner fin inmediatamente a su uso de municiones de racimo y ambos países deberían adherirse al tratado internacional de prohibición. 

(Ginebra, 12 de mayo de 2022) – Las fuerzas rusas han utilizado repetidamente municiones de racimo en ataques que han acabado con la vida de cientos de civiles y han causado daños en hogares, hospitales y escuelas desde su invasión de Ucrania, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy. Las fuerzas ucranianas habrían utilizado municiones de racimo al menos una vez. Ambos países deberían dejar de utilizar esta arma prohibida y comprometerse a adherirse al tratado internacional que prohíbe las municiones de racimo.

El informe de 20 páginas, titulado “Intense and Lasting Harm: Cluster Munition Attacks in Ukraine” (“Daños intensos y duraderos: ataques con municiones de racimo en Ucrania”), detalla cómo las fuerzas armadas rusas han utilizado al menos seis tipos de municiones de racimo en el conflicto armado internacional de Ucrania.

“El uso reiterado de municiones de racimo por parte de las fuerzas rusas en barrios residenciales de Ucrania provoca daños y sufrimiento inmediatos y a largo plazo a la población civil, y debe cesar”, señaló Mary Wareham, directora de incidencia de la división de armas de Human Rights Watch y autora del informe. “Ucrania también debería dejar de utilizar estas armas brutales antes de perjudicar a más civiles”.

Human Rights Watch ha documentado varios ataques con municiones de racimo por parte de las fuerzas rusas en zonas residenciales de las ciudades de Chernihiv, Kharkiv, Mykolaiv y Vuhledar. No se conoce el número exacto de ataques con municiones de racimo en el conflicto de 2022, pero se han documentado, denunciado o alegado cientos de ellos.

En Mykolaiv, por ejemplo, las fuerzas rusas lanzaron cohetes con munición de racimo contra zonas residenciales los días 7, 11 y 13 de marzo, matando a civiles y dañando viviendas, negocios y vehículos civiles. Uno de los ataques del 13 de marzo mató a nueve personas que esperaban en la cola de un cajero automático, según informaron los medios de comunicación locales.

Rusia no ha negado el uso de municiones de racimo. Alegó que las fuerzas ucranianas utilizaron municiones de racimo en la ciudad de Donetsk el 14 de marzo, pero esto no ha sido confirmado de forma independiente.

El New York Times informó de que las fuerzas ucranianas presuntamente utilizaron cohetes de munición de racimo Uragan en un ataque contra Husarivka, en la provincia de Kharkiv, el 6 o el 7 de marzo, cuando el pueblo estaba bajo control ruso. Ucrania no ha negado el uso de municiones de racimo en el conflicto actual, pero ha dicho que “las Fuerzas Armadas de Ucrania se adhieren estrictamente a las normas del derecho internacional humanitario”.

Las municiones de racimo pueden ser disparadas desde tierra por sistemas de artillería como cohetes y proyectiles o lanzadas desde aviones. Suelen dispersarse en el aire, esparciendo indiscriminadamente múltiples submuniciones sobre un área del tamaño de una cuadra. Muchas de ellas no explotan en el momento del impacto inicial, dejando peligrosos restos que pueden matar y mutilar, como las minas terrestres, durante años o incluso décadas, a menos que se limpien y destruyan.

Las municiones de racimo que se utilizan actualmente en Ucrania se lanzan desde tierra en cohetes y misiles, con la excepción de la bomba de racimo de la serie RBK, que se lanza desde un avión. Todas las municiones de racimo fueron fabricadas en Rusia, algunas tan recientemente como en 2021, o en su estado predecesor, la Unión Soviética.

Mapa donde se indica el empleo de municiones de racimo rusas en Ucrania. © 2022 Human Rights Watch

Según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, hasta el 9 de mayo se habían retirado y destruido un total de 98.864 artefactos sin explotar, incluidas submuniciones y minas terrestres. Durante las primeras siete semanas del conflicto, 29 trabajadores habrían muerto mientras realizaban tareas de desminado y otras relacionadas, y 73 habrían resultado heridos. El 17 de abril, tres personas que trabajaban para los servicios de emergencia de Kharkiv murieron mientras limpiaban restos de munición de racimo.

Anteriormente, tanto las fuerzas gubernamentales ucranianas como los grupos armados respaldados por Rusia utilizaron municiones de racimo en el este de Ucrania entre julio de 2014 y febrero de 2015, según las investigaciones de Human Rights Watch y otros.

Rusia y Ucrania no se han adherido a la Convención sobre Municiones en Racimo –el tratado de 2008 que prohíbe las municiones en racimo—, que exige la destrucción de las existencias, la limpieza de las zonas contaminadas por restos de municiones en racimo explosivas y la asistencia a las víctimas. La convención cuenta con 110 Estados parte.

La Convención obliga a cada Estado parte a hacer sus “mejores esfuerzos para desalentar” el uso de las municiones en racimo. Al menos 36 países han condenado el uso de municiones de racimo en Ucrania, incluido el Reino Unido como actual presidente de la Convención sobre Municiones de Racimo.

Human Rights Watch cofundó y preside la Coalición contra las Municiones de Racimo, la coalición mundial de organizaciones no gubernamentales que trabajan para prohibir las municiones de racimo. Human Rights Watch presentará su informe a los países que asisten a las reuniones intersesionales de la convención en las Naciones Unidas en Ginebra los días 16 y 17 de mayo.

“La mayor parte del mundo rechazó las municiones de racimo hace años debido a sus efectos indiscriminados generalizados y sus peligros duraderos”, dijo Wareham. “Condenar el uso de municiones de racimo en Ucrania reforzará el estigma mundial contra estas armas y ayudará a garantizar que los civiles estén protegidos de ellas en el futuro”.

El informe “Intense and Lasting Harm” (“Daños intensos y duraderos”) se presentará en la reunión intersesional de la Convención sobre Municiones en Racimo, que se inaugura en las Naciones Unidas en Ginebra el 16 de mayo.

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