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Panamá: Nuevos casos de discriminación contra personas trans en el marco de medidas por la Covid-19

El gobierno debe realizar aclaraciones sobre el sistema de cuarentena por géneros

Mujeres practicando el distanciamiento social mientras esperan en la fila para ingresar a un supermercado, en un día que hombres deben permanecer en casa en la ciudad de Panamá el 3 de abril de 2020. © 2020 AP Photo/Arnulfo Franco

(Washington D.C.) – Seis personas transgénero han sido interceptadas por funcionarios de seguridad en Panamá en las últimas semanas, presuntamente por haber transgredido las normas sobre confinamiento en función del género establecidas por la Covid-19, a pesar de que el gobierno se había comprometido a resolver el problema, señaló hoy Human Rights Watch. El gobierno debe actuar con mayor determinación para evitar que la cuarentena por géneros que ha establecido siga teniendo consecuencias discriminatorias, o directamente eliminar la medida.

El cronograma de cuarentena, implementado por el Ministerio de Salud el 1 de abril de 2020, exige que hombres y mujeres permanezcan en sus casas en días distintos. Desde el primer día de vigencia de estas medidas, hubo discriminación contra las personas trans, cuya identidad o expresión de género puede no coincidir con el componente sexo de “femenino” o “masculino” que se indica en sus documentos de identidad.

“El Ministerio de Seguridad Pública dio un paso muy importante al reconocer la discriminación contra las personas transgénero, pero estas personas siguen siendo discriminadas”, afirmó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “A fin de abordar eficazmente este problema, Panamá debe autorizar de manera expresa que las personas transgénero pueden cumplir la cuarentena en función de su identidad o expresión de género, o bien, directamente, eliminar el factor de género de las medidas sobre cuarentena”.

El 11 de mayo, el Ministerio de Seguridad Pública anunció en una declaración que había “conversado con los estamentos de seguridad para evitar cualquier tipo de discriminación contra la población LGBTI” al aplicar las restricciones vinculadas con la Covid-19. El anuncio se hizo luego de que se informara, incluso a través de Human Rights Watch, que policías y guardias de seguridad privada habían actuado de manera selectiva y sesgada contra personas transgénero, al detenerlas o impedirles comprar artículos esenciales.

Sin embargo, el ministerio todavía no ha emitido pautas sobre cómo se espera que las personas trans cumplan con las medidas de cuarentena por géneros. A su vez, desde el momento de la declaración, Human Rights Watch ha documentado otros seis incidentes de discriminación, incluida una detención. Otras personas trans indicaron que evitaban salir de sus casas por temor a ser detenidas o humilladas.

Entre el 1 y el 7 de junio, Panamá reemplazó las medidas de cuarentena por género por la prohibición de salir entre las 7 p.m. y las 5 a.m. Sin embargo, a partir del 8 de junio, Panamá restableció la cuarentena por géneros en las provincias de Panamá y Panamá Oeste, que son las de mayor población del país, e invocó como causa el número creciente de casos de Covid-19.

Aunque Panamá no es el único país que implementa medidas de cuarentena por géneros, representa un enfoque poco común, que despierta el interrogante de si es necesario y proporcional, además de inquietudes con respecto a su impacto discriminatorio. Por ejemplo, en Perú, se dejaron sin efecto medidas similares después de apenas ocho días. En Colombia, funcionarios de seguridad pública de la capital, Bogotá, recibieron instrucciones de que debían respetar la identidad de género y no exigieron la entrega de un documento de identidad para controlar el cumplimiento. Bogotá puso fin a la cuarentena por géneros a partir del 11 de mayo.

En cuatro de los seis nuevos incidentes que documentó Human Rights Watch, policías y guardias de seguridad privados discriminaron a personas trans que salieron de sus viviendas para conseguir artículos esenciales en días que correspondían al componente sexo que figura en su documento de identidad. Estas personas estaban cumpliendo con las normas dictadas por el Ministerio de Salud; sin embargo, policías o guardias de seguridad creyeron que salían en los días que no les correspondían y actuaron selectivamente contra ellas debido a su expresión de género. En otros dos casos, las personas trans fueron discriminadas —y en uno, una persona fue detenida — al salir de su casa para conseguir artículos básicos, en días que correspondían a su identidad o expresión de género.

Las normas internacionales de derechos humanos reconocen que los gobiernos podrían tener fundamentos legales para restringir algunos derechos, incluida la libertad de circulación, en el contexto de graves amenazas para la salud pública y emergencias públicas, como la Covid-19. No obstante, los agentes de aplicación de la ley y las entidades privadas no pueden discriminar a personas en función de su identidad o expresión de género al hacer cumplir medidas de emergencia. La discriminación tiene consecuencias particularmente perniciosas cuando impide que las personas transgénero intenten obtener asistencia médica o comprar insumos vitales como comida y medicamentos, expresó Human Rights Watch.

El gobierno panameño debe establecer pautas claras para autorizar a los residentes a cumplir con la cuarentena por géneros según su identidad o expresión de género, explicó Human Rights Watch. En la actualidad, para la mayoría de las personas transgénero que salen en función del componente sexo que figura en sus documentos de identidad, la expresión de género suele ser distinta de lo que indica el componente, y esto las expone a que se actúe selectivamente contra ellas. Asimismo, Panamá debería emitir una directiva para los agentes de aplicación de la ley, en la cual se reitere la obligación de respetar la identidad y expresión de género de los panameños, y emitir advertencias de contenido similar dirigidas a las entidades privadas, como los supermercados y su personal de seguridad.

“En Panamá, muchas personas transgénero intentan colaborar con el gobierno en este período de crisis de salud pública”, señaló Vivanco. “El gobierno de Panamá debe dar una respuesta concreta a sus realidades y proteger sus derechos”.

Ver a continuación más datos sobre los nuevos incidentes de discriminación.

Nuevos casos de aplicación discriminatoria de las normas sobre Covid-19

Desde el 11 de mayo, Human Rights Watch documentó seis incidentes de discriminación contra personas transgénero en Panamá. Human Rights Watch también dialogó con cuatro personas que habían tenido experiencias similares anteriormente. Las cuatro manifestaron que habían sentido miedo de salir de sus casas.

Discriminación al circular en los días autorizados para el componente sexo que figura en los documentos de identidad

  • En la semana del 8 de junio, en un día designado para que salieran los hombres, Pamela, una mujer trans, y su pareja de sexo masculino se dirigieron a un supermercado en el vecindario Calidonia de la Ciudad de Panamá, con la intención usar un bono entregado por el gobierno. Un guardia de seguridad le indicó a Pamela que no podía entrar. Luego de que Pamela le explicara que era una mujer trans y le mostrara su cédula de identidad que indicaba que su sexo era masculino, el guardia, según contó, le negó el ingreso porque vestía ropa femenina. Pamela dijo: “Me sentí muy enojada, y mi pareja tuvo que entrar al supermercado a hacer las compras. Yo tuve que quedarme afuera. Todavía no he usado la totalidad del bono porque tengo miedo de qué podría ocurrir si salgo e intento usarlo”.

Antes de la declaración emitida por el Ministerio de Seguridad Pública el 11 de mayo, a Pamela se le había negado el ingreso a ese mismo supermercado en dos oportunidades, en días designados para los hombres. En una oportunidad, fue un policía el que le impidió entrar, y en la otra fue un guardia privado. Según Pamela, ambos le dijeron que su cuerpo era “demasiado femenino”.

  • El 16 de mayo, en un día designado para que salieran los hombres, una policía abordó a Manuela mientras se dirigía a un mercado en el vecindario de Santa Ana en la Ciudad de Panamá y le pidió que le mostrara el salvoconducto, que autoriza a cualquier persona a salir por necesidades esenciales. Manuela dijo:

Le expliqué que era una mujer trans y le mostré mi documento de identidad que dice “masculino”, pero la policía llamó igualmente a su supervisora. No sabía qué hacer conmigo. Cuando llegó la supervisora, me dijo que las personas como yo quieren salir el día que se les da la gana.

Cuando la supervisora miró su cédula de identidad, se dio cuenta de que, además, Manuela no había salido en el horario que correspondía ese día y la retó por esto. Manuela finalmente pudo irse cuando llegó un tercer agente que instó a la primera policía y a la supervisora a dejarla ir con una advertencia.

  • El 13 de junio, Adriana, una mujer trans de 34 años, intentó comprar en un supermercado en el vecindario Villa Zaita de la Ciudad de Panamá. Un guardia de seguridad la interrogó, pero la dejó entrar luego de mirar su documento de identidad. Sin embargo, cuando Adriana se estaba retirando, el guardia de seguridad estaba hablando con un policía. Adriana contó:

El policía me miró y me preguntó de manera grosera si yo era hombre o no. Yo no quería tener problemas ni que me arrestaran, por lo que no dije nada y me fui. En estas situaciones, es mejor mantenerse callada porque las mujeres trans siempre somos las que quedamos perjudicadas.

Adriana tuvo otra experiencia previa de discriminación. El 9 de abril, mientras esperaba para entrar a un banco en un día designado para los hombres, un guardia de seguridad privado le dijo que estaba “vestida inadecuadamente”. Tuvo que hablar con otro guardia de seguridad, un empleado y un gerente antes de que le permitieran realizar la operación.

  • El 29 de mayo, un día designado para la salida de mujeres, Linx, un hombre trans de 21 años, acudió a un supermercado en el distrito Punta Pacífica de la Ciudad de Panamá con su abuela. La abuela de Linx se quedó en el automóvil mientras Linx formaba fila para entrar al supermercado. Un guardia de seguridad privada le preguntó por su identidad de género durante varios minutos, mientras permitía que otros clientes pasaran antes que él, y recién después lo dejó entrar. “Me sentí impotente y sin palabras. Lo único que quería era comprar helado en el supermercado para mi familia y tuve que pasar por esto”.

Arresto y discriminación al circular en función de la identidad de género

  • El 10 de junio, un día designado para que salgan las mujeres, Katherine, una mujer transgénero de 24 años procedente de la Provincia de Panamá Oeste, se dirigió a una cita médica relacionada con el tratamiento de una afección renal. Dos policías la abordaron en la calle, al parecer porque no creían que tuviera aspecto de mujer. Katherine mostró a los agentes un papel donde se indicaba la cita, pero estos llamaron a un patrullero, la esposaron y la llevaron a una subestación de policía en Burunga.

“En la subestación, había siete agentes que se reían de mí”, contó. “Yo tenía puesto maquillaje y se burlaban de eso. Me pusieron sola en una celda”. Fue liberada una hora y media después, luego de que un oficial de mayor rango escuchara su versión y ordenara que la liberaran. “Corrí al hospital para intentar llegar a la cita aunque ya era tarde y, por suerte, pude ver igualmente al médico”, contó Katherine.

  • A mediados de mayo, “Luis”, un hombre trans de 22 años, fue con su padre a un supermercado en el vecindario Condado del Rey en la Ciudad de Panamá. El guardia de seguridad privada del supermercado controló su cédula de identidad. Luis contó: “Me miró raro, me vio la cédula y luego me miraba a mí... Fue una situación muy incómoda”. El guardia no dejó que Luis entrara al supermercado y, entonces, tuvo que quedarse en el automóvil mientras su padre hacía las compras.

Temor a salir de casa, incluso para acceder a artículos o servicios esenciales

Human Rights Watch volvió a hablar en junio con cuatro personas trans que había entrevistado en abril, de las provincias de Panamá y Panamá Oeste. Todas estas personas manifestaron que tratan de no salir porque temen volver a vivir otro incidente de discriminación:

  • Miranda, una mujer transgénero de la Provincia de Panamá que fue objeto de discriminación en abril cuando intentó entrar a un supermercado en un día designado para que salieran los hombres, informó que no ha salido de su casa por temor a ser discriminada. Recibió una canasta de alimentos entregada por la organización comunitaria Red Solidaridad a la Población Trans de Panamá y está intentando que el contenido dure lo máximo posible.
  • Mónica, una mujer transgénero que fue arrestada y multada en abril cuando intentó entrar a un supermercado en un día designado para que salieran los hombres, dijo que ha intentado no salir de su casa por temor a que vuelvan a arrestarla. Amigos y familiares suyos le hacen las compras. Mónica dijo: “Me siento prisionera. Es injusto. No puedo arriesgarme a salir de nuevo y tener que pagar una multa. No tengo dinero para darle al gobierno”.
  • “Sofía”, una mujer transgénero a quien se le negó el ingreso a un supermercado en abril en un día designado para que salieran los hombres, contó: “Tengo miedo cada vez que salgo de mi casa”. Señaló que, aunque tiene un permiso de tránsito que le extendió el lugar donde trabaja, teme por la posibilidad de cualquier contacto con la policía y, si ve que hay policías cerca, no baja de su vehículo. A veces paga para que le lleven hasta su casa la compra de víveres, y así evita arriesgarse a sufrir discriminación en el supermercado.
  • Li, un hombre transgénero de la Provincia de Panamá a quien se le negó el ingreso a un supermercado en un día de abril designado para que salieran mujeres, contó sobre su situación: “Hago las cosas de a una por día, es una situación estresante e intento no salir de casa, porque hay situaciones en las que la gente no entiende el tema”. Li paga para que le lleven hasta su casa la compra de víveres, y así evita arriesgarse a sufrir discriminación en el supermercado.

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