Human Rights Watch lleva años advirtiendo de los ataques contra los derechos humanos y la democracia por parte del gobierno del Reino Unido, pero la situación está empeorando. El derecho a protestar pacíficamente está amenazado, como han experimentado recientemente los manifestantes pro Palestina y los activistas ambientalistas, y el país se ha sumado a la carrera mundial cuesta abajo en materia de migración y refugiados.
El gobierno también ha aprobado leyes que violan los derechos y ha propuesto debilitar significativamente la protección de los derechos humanos en la legislación nacional, mientras se disparan la falta de vivienda, la indigencia y el hambre. Yasmine Ahmed, directora de HRW en Reino Unido, advierte en una entrevista a The Guardian que el comportamiento del primer ministro Rishi Sunak y su gobierno empiezan a "parecerse mucho al autoritarismo".
"Con los gobiernos anteriores siempre había un intento de, al menos, aparentar que cumplían la legislación nacional o internacional sobre derechos humanos y de respeto a los tribunales y a las instituciones de derechos humanos", declaró Ahmed a The Guardian. "Ahora no hay ningún intento de hacerlo; de hecho, es todo lo contrario".
Yasmine Ahmed ha sido testigo de un ataque sin precedentes a los derechos humanos en Reino Unido y al derecho internacional desde que se unió a HRW en noviembre de 2020.
"El gobierno de Rishi Sunak debe saber que incluso el desmantelamiento de la Ley de Derechos Humanos no evitará que su política sobre Ruanda enfrente barreras legales significativas, pero lo que estamos viendo es que el Reino Unido se está moviendo hacia un lugar donde el gobierno siente que puede socavar la integridad del poder judicial, socavar o desechar las leyes de derechos humanos que no sirven a su agenda política actual y crear nuevas leyes que sí lo hacen. Es peligroso encontrarse en esta situación. Puede empezar a parecerse mucho al autoritarismo".
