Los niños y niñas que nacen con variaciones en sus características sexuales –a veces denominadas variaciones intersexuales— suelen ser sometidos a cirugías “normalizadoras” que son irreversibles, arriesgadas y médicamente innecesarias. Aproximadamente el 1,7 % de las personas tienen un rasgo intersexual, lo que significa que las variaciones intersexuales no son infrecuentes, solo que a menudo se malinterpretan. Desde Human Rights Watch trabajamos para documentar y abogar en contra de todos los procedimientos quirúrgicos que buscan alterar las gónadas, los genitales o los órganos sexuales internos de los niños y niñas con características sexuales atípicas demasiado jóvenes para participar en la decisión, cuando dichos procedimientos conllevan un riesgo significativo de daño y pueden ser aplazados con seguridad.