Ciudad de México
Estimado Sr. Jorge Volpi,
Como lector habitual de su columna semanal en el periódico Reforma, siempre he apreciado sus análisis equilibrados, bien informados y relevantes. Sin embargo, me sorprendió el contenido de su columna del 25 de noviembre, en la que discute la elección del Sr. Milei como presidente de Argentina, y que lleva por título "Elogio de la locura", aludiendo al libro homónimo de Erasmo de Rotterdam.
Si bien es cierto que algunas declaraciones y propuestas del Sr. Milei son problemáticas en términos de derechos humanos y sus posibles impactos en varios grupos en Argentina, encuentro innecesario y desafortunado presentarlo como una persona con una condición de salud mental (discapacidad psicosocial), utilizando adjetivos despectivos. La columna parece perpetuar estereotipos y estigmas que a menudo afectan a este grupo, equiparando a las personas con discapacidades psicosociales con seres irracionales, violentos, no confiables e incapaces de roles políticos. Como reconoce la Organización Mundial de la Salud, el lenguaje es a menudo estigmatizante y despectivo con individuos [con condiciones de salud mental] descritos como, por ejemplo, “enfermos mentales”, “trastornados mentales” o “de mente insana”. Este tipo de lenguaje debe evitarse no solo en las leyes de salud, sino también por líderes de opinión, como usted.
Atentamente,
Carlos Ríos Espinosa
Director asociado de la División de los Derechos de las Personas con Discapacidad de Human Rights Watch
